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3. Sistemas de control

 

Para que un automatismo pueda funcionar, es indispensable un elemento que indique las funciones que hay que realizar. Algo así como nuestro “cerebro”. Pues bien, esta es la función de un sistema de control.

Sin embargo, para que nuestro cerebro ordene, debe haber partes de nuestro cuerpo que actúen, que reciban las órdenes y realicen la tarea que se les pida. Además, el cerebro habrá recibido información a través de los sentidos, información que le hace tomar una u otra decisión.

Podemos definir, pues, un sistema de control como aquel sistema que detecta y procesa las señales necesarias para el funcionamiento de una máquina.