Estudia la reacción que el objeto produce en los sentidos de las personas. En algunos productos este análisis juega un papel importante.
El análisis estético se fundamenta en las respuestas psicológicas obtenidas a través de la percepción sensorial durante la relación entre el objeto y el usuario. Los valores estéticos de los objetos se captan directamente y atraen la atención del usuario sobre él; su apariencia actúa positivamente o negativamente en el observador, favoreciendo una sensación de aceptación o rechazo.
Los factores de análisis son:
- La estructura: Hace referencia a la forma en que están organizados los diversos componentes del mismo.
- El número de componentes manifiesta la simplicidad o complejidad del mismo.
- La forma individual de los componentes y su disposición determina la forma global.
- Las dimensiones y sus propiedades, en función de las direcciones predominantes, conforman el volumen.
- La iluminación es un factor ambiental que pone de manifiesto el color y las sombras, realzando o minimizando las formas y los volúmenes del objeto.
- La composición se refiere a la ordenación y disposición consciente de los diferentes aspectos perceptibles.
- Las cualidades superficiales: Lo primero que se ve de un producto son sus cualidades superficiales, lo que determinan en muchos casos el interés o desinterés hacia él.
- El color, a través de sus características y significados emotivos, matiza y añade diferentes sensaciones.
- La textura es la estructura de la superficie natural.
- La factura se refiere a la apariencia que adquiere la superficie después de su elaboración.
- El objeto y su entorno: Las personas buscan obtener sensaciones de bienestar y agrado en los diferentes entornos en los que se desenvuelven cotidianamente. Por ello es importante configurar sus entornos teniendo en cuenta los valores estéticos, ya que de esta manera se mejoran sus relaciones con los objetos que las rodean y se posibilita su identificación con el entorno artificial.
- El lugar de ubicación: Para decidirlo, se deben de valorar:
- La armonía o contraste del objeto que se está analizando con la naturaleza del entorno.
- Sus dimensiones y volúmenes en relación con los demás objetos que lo rodean.
- Su utilidad especifica respecto al propio medio.
- Las posibles acciones del entorno sobre el objeto: deterioro, envejecimiento prematuro, ...
- Las posibles acciones del objeto sobre el entorno: complemento ornamental, saturación, sobrecarga, contaminación, ...
- La disposición: Se debe valorar:
- La situación en armonía o contraste con la composición del entorno.
- La proximidad respecto a otros objetos.
- La dirección predominante de sus formas.
- El obstáculo o la facilidad para la contemplación de los demás objetos presentes en el entorno.