Cuando se pone un trabajo en común es cuando se puede observar todo lo que ha habido que hacer, pero si te fijas bien, también se muestra lo que cada cual ha tenido que poner de su parte. Cuánta dedicación, cariño, ilusión, alegría o puede que tristeza... aparecen en cada resultado obtenido.
A veces cuando se está empezando, como ahora, surgen sentimientos contrarios. Por un lado te gusta lo que haces pero, por otro, te resulta difícil y piensas en abandonar.
Es en esos momentos en los que debes saber sobreponerte y no solo controlar tus emociones negativas para vencer tu miedos y continuar adelante, sino también las de tus colegas y colaboradores. Debes contribuir a ser alguien que siempre sume que aporte buenas sensaciones. Comprobarás qué bien te sientes cuando lo consigues.
Estoy convencido de que tras este ejercicio has ayudado a controlar el desánimo, la inseguridad y la desesperación que aporta el trabajo duro, tras compartirlo con toda la clase. Ahora te sientes con ánimo para seguir afrontando tu reto y has contribuido a que todos lo consigan igualmente.
¡Sigue así! ¡tienes lo que hay que tener para triunfar!