Cuando el agujero que se quiere hacer alcanza tamaños importantes (treinta milímetros o más), se recurre (especialmente en materiales como la madera) al uso de la sierra de corona.
Aunque existen diversos modelos, todos ellos consisten en hojas de sierra dispuestas de forma circular, en un soporte que se introduce en la broca de un taladro eléctrico o de columna.